Aspectos de MERCURIO y SATURNO



Aspectos armónicos

Cuando Saturno y Mercurio se encuentran en relación armónica hallamos un intelecto profundo, una mente estable e inclinada a la objetividad, con sentido del rigor intelectual y rectitud de pensamiento. La mente mantiene fidelidad a la realidad y al orden material de las cosas y tiende a aplicar el conocimiento en lo concreto.

Inclinación sensata y seria del pensamiento que se toma tiempo para la reflexión, sabe meditar con frialdad y distancia de las cosas. La conversación es mesurada, no superficial, los ademanes son más bien medidos, el lenguaje correcto y formal, y se muestra prudencia en el uso de las palabras. Existe concentración mental y aplicación en el estudio. Tiende a ser hábil y competente en el ámbito profesional.

Aspectos inarmónicos

Estos aspectos son índice de alguna clase de torpeza o dificultad mental que inhibe la habilidad social del sujeto o al menos un costoso y pesado aprendizaje profesional. El carácter puede ser algo taciturno o con dificultades para comunicarse. Aquí el propio conocimiento puede convertirse en un peso para el individuo. La profundidad mental deviene en el habito de preocuparse a veces en exceso y la prudencia puede llegar a la falta de confianza que limita la expresión y el pensamiento. Puede haber una tendencia al monólogo, a las rutinas mentales, al discurso aburrido. A veces otorga una forma de hablar algo lenta, pesada o repetitiva. La persona es reiterativa y monótona en su tema de conversación. Sin embargo es una combinación que se mueve especialmente bien en el mundo de la politica y la diplomacia. 
 
A menudo la mente suele tener algún grado de rigidez, de fijeza en las ideas que dificulta el aprendizaje fluido y la necesaria adaptabilidad de las ideas a las circunstancias. Además, la mente tiende a aferrarse demasiado a lo conocido de forma que la inteligencia y la destreza pueden verse limitadas. Puede que esto ocurra debido a una falta de interés intelectual y de curiosidad por aprender.

Por el contrario, puede producir el típico erudito bastante riguroso en una interpretación cerrada de los principios de la ciencia y con una visión materialista que disimula su falta de captación de lo nuevo y de adaptabilidad mental detrás de una capa de sesudos conocimientos más bien pesados como las leyes o la historia. En cualquier caso la mente tiende a ser algo neurótica con propensión a la depresión nerviosa, a los pensamientos negros y a sentir cierta sensación de incomunicación.

No es extraño que suponga alguna forma de fracaso intelectual, e incluso una incompetencia profesional por falta de habilidad. En otros casos el sujeto es taimado, tiende a pensar mal, es hipócrita en sus palabras y desconfiado de las palabras ajenas. Inclina a cometer errores por desatención o torpeza, no se explica lo suficiente manteniendo el silencio o se muestra inamovible en sus argumentos, en los peores casos llegando a la estupidez y la necedad.

6 comentarios:

  1. En los casos inarmonicos el debate contra estos sujetos es una batalla casi imposible de ganar, porque la aparente desatencion u torpeza es parte de su arsenal saturnino para frenar la comunicacion del rival...

    Es interesante aun siendo aparentemente muy desagradalbe

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  2. conjunción es armónico o inarmónico ?

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  3. Una entrada de blog extremadamente determinista y muy negativa sobre los aspectos inarmónicos. Típico de la Astrología Clásica

    Da Vinci tenía oposición Mercurio-Saturno y pues... Fue uno de los grandes polímatas de la historia de la humanidad. No responde a eso de estupidez y fracaso intelectual.

    Albert Einstein tuvo conjunción Mercurio-Saturno en Aries, y si bien tuvo algunos problemas al principio de su vida, también fue una mente brillante. Otros con esta conjunción eran Nikola Tesla o Mozart.

    Charles Darwin tenía una cuadratura Mercurio-Saturno, y creo que bastantes aportes hizo a la biología con su teoría de la evolución. Otro que poseía esta cuadratura era Isaac Newton.

    Cité a distintos genios de distintas áreas para demostrar que los aspectos inarmónicos entre estos dos no dan estupidez, parece que más bien le da mucha estructura a la mente, pero si posiblemente la vuelva algo taciturna.

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    1. Las descripciones de este blog no son moderadas, es cierto. Se pretende con eso definir claramente su tendencia que, en la mayoría de los casos, se expresa de forma menos radical y en muchos casos, incluso se expresa sublimada. Los aspectos "inarmónicos" son, a menudo, motivo de un desarrollo extraordinario a partir de su propio reto.

      De un trígono Mercurio-Saturno, yo diría que tiene posibilidades de dar una recta "estructura a la mente"; un pensamiento recto y con cierta capacidad para ser metódico y preciso, pero una mente que tiene mucha estructura puede ser una mente rígida ¿Qué significa "mucha"? Y toda mente rígida o demasiado estructurada, aunque sea un genio, acaba cayendo en errores y torpezas de las que le cuesta salir...

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    2. Respecto de la "estructura de la mente", dicen que el conocimiento no pesa o no ocupa lugar, pero no es verdad. Esto es lo que dice la neurociencia:

      Tenemos 200 billones de conexiones neuronales. Cualquier cosa que aprendemos altera algunas de estas conexiones creando un nuevo patrón. El aprendizaje a nivel cerebral se produce con la creación de nuevos patrones de conexiones entre neuronas; así se registra la memoria.

      Cuando aprendemos una cosa sobre la que ya sabíamos algo, el patrón que se genera no es completamente nuevo. El cerebro tiene un sistema para detectar que ya tiene conexiones relacionadas con eso. Lo que hace es activar las viejas conexiones y suma los nuevos aprendizajes al patrón que ya tenia. Lo amplia, lo refina, lo perfila.

      Pero esto encierra un peligro: y es que si aprendemos una cosa de forma incorrecta, cualquier aprendizaje posterior sobre el mismo tema se sustentará sobre lo incorrecto que se mantendrá ahí. Aprender es fácil, el cerebro está programado para aprender haciendo nuevo patrones, pero le cuesta muchísimo desaprender. Excepto en la adolescencia, el cerebro no está programado de forma óptima para deshacer las conexiones antiguas de forma que permanecen.

      Podemos modificar un aprendizaje incorrecto, principalmente, a base de repetir muchas veces el mismo aprendizaje de forma correcta y al final terminamos teniendo más conexiones correctas que erradas. Pero éstas siguen ahí y en algún momento dado pueden aparecer sin que nos demos mucha cuenta...

      David Bueno, neurocientífico. Extracto de una charla con profesores.

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