Orcus

Un hombre había tomado un préstamo de otro y fue convocado para hacer un juramento al respecto. Ante esto, abandonó raudo la ciudad, pues conocía que el perjurio era castigado por los dioses aunque tomase tiempo.
En su camino de huida encontró a un “cojo” que también dejaba la ciudad. En la conversación le revelo ser Horkos, quien recorría toda Grecia dando su merecido a los que testificaban en falso, volviendo a empezar una y otra vez…

Nuestro hombre le preguntó entonces con que frecuencia solía retornar a la ciudad que dejaban atrás. Horkos contestó que le tomaba entre treinta y cuarenta años estar de vuelta. Pensando que en ese lapso ya estaría muerto y que escaparía a las consecuencias, el hombre regreso a la ciudad y a la mañana siguiente juró que jamas recibió el préstamo. Pero de camino a casa, se encontró con Horkos quien venía a recompensarle arrojándole por un precipicio.

El hombre protestó que Horkos le había engañado contradiciendo sus propias palabras, pues su ejecución sería inmediata. Horkos le contestó: "También deberías haber preguntado para averiguar que si alguien tiene la intención de provocarme, estoy acostumbrado a volver el mismo día".

Fábula de Esopo.

Orcus está relacionado con lo contradictorio. En su virtud, es la hemeroteca de la buena memoria que detecta las mentiras, o que encuentra la contradicción en el el razonamiento lógico erróneo. En su aspecto positivo este enano hace patente lo ininteligible, ayudando a encontrar lo verdadero por negación de lo falso. Herodoto cuenta en una historia que “Horkos tiene un hijo sin nombre y aunque no tiene manos ni pies, es raudo en la persecución”.

Este enano tiene que ver con el mito y la leyenda en la memoria viva. Contrastando, como antagonista de Mercurio, con la invención de la escritura que significó una revolución en el lenguaje y en la evolución humana. Esta invención supuso el acceso a una "segunda memoria" para el ser humano más allá de la efímera memoria biológica con su fragilidad y su imprecisión. Permitió la transmisión de la información inalterada y su conservación en el tiempo. Entre otras cosas, la prehistoria se diferencia de la historia porque en la primera no existía la escritura y solo existía la tradición oral. Los mitos eran producto de este tipo de comunicación sujeta a distorsiones de todo tipo. Son relatos fantasiosos nacidos y transformados en la imaginación colectiva, a través de generaciones de transmisión oral. El mensaje, finalmente, queda convertido en algo muy distinto, algo que suele encerrar un contenido arquetípico.

"Es preferible estar callado y parecer tonto que abrir la boca y despejar todas las dudas"

Se relaciona con el silencio, no de los ruidos, sino de la palabra: recuerda a la relación con el animal que no puede hablar ni contestarnos, (y si lo hace, se llama esquizofrenia). Puede traer la incomunicación, la mudez, tartamudez o problemas para la lecto-escritura, ignorancia de conocimientos, analfabetismo, dificultades para el desarrollo intelectual o discapacidad mental. Aquí hallaremos al tonto que cree las mentiras oficiales o al que cree que todos mienten todo el tiempo, pero también a la simple necedad del ignorante que desprecia el saber. Encontraremos a troles especialistas en llevar la contraria, con tendencia a boicotear el razonamiento brillante de otros y destruir la inteligencia que ilumina, el oscurantismo y el elogio de la ignorancia. El demonio de Orcus puede levantarse como un formidable obstáculo (aporía, para los griegos), en la vía de acceso a la información relevante o al conocimiento valioso. Pero también representa el desafió matemático o lógico que nos muestra la naturaleza paradójica de la realidad. Superar este reto al intelecto o al ingenio, nos permite adquirir habilidad y entendimiento y seguir caminando hacia adelante. Es el Minotauro en el centro del laberinto relatado en el mito de Teseo.

Sin embargo, en agudo contraste con lo anterior, aquí veremos casos de individuos con una poderosa imaginación inventiva para la ingeniería y capacidades mentales cercanas a la genialidad, memoria fotográfica o, en general, personas que se presentan dotados naturalmente para la resolución de problemas difíciles sin demasiado estudio o cultivo intelectual.

Una de las primeras imágenes que acudieron a mi mente cuando empecé a preguntarme por la naturaleza astrológica de Orcus fue la visión de una "famiglia" mafiosa, con su omertá (o ley del silencio). Imaginé también un clan de neandertales -hay que decir que esta especie del género homo no era, ni mucho menos, el bruto primitivo que dibujaba la ciencia decimonónica. Destaca el comportamiento de horda, las dinámicas de "tribu" o manada.

Otra imagen poderosa de Orcus parece ser la del portero guardián, el can Cerbero (el perro del dios Hades que guardaba las puertas del inframundo). El hermetismo y la discreción serán características comunes, aunque podamos decir como los romanos: “In vino veritas”. Bien sabían ellos que la abundancia de vino soltaba las lenguas mejor atadas. Encontraremos a individuos más bien hoscos, dotados de gran fuerza y resistencia físicas, aparentemente de poco brillo intelectual y de escasa oratoria pero que hacen lo que se les ordena, recordando al matón, al gorila, al portero de discoteca, al rompepiernas… No será  extraño que con este enano no se pueda discutir, pues con él las cosas van sin palabras; le molestan los charlatanes y mata a lo que no puede entender.

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