Eris

El Concurso de Belleza
Por su naturaleza desagradable, Eris la diosa de la discordia, no recibió invitación a la gran boda de Peleo el mortal con la diosa Tetis que se celebraba en el Olimpo con la concurrencia de todos los dioses. Enfadada, allí se presentó por la fuerza y arrojó una Manzana de Oro entre el grupo de diosas presentes en la que estaba escrita la expresión “kallisti” (para la más hermosa). Hera, Atenea y Afrodita, reclamaron el honor del reconocimiento de su belleza, pero la rivalidad afloró arruinando la festiva reunión, provocando el airado desacuerdo.

Zeus, con un tremendo dolor de cabeza por la ruidosa disputa familiar, ordenó a Hermes que las escoltara ante Paris, joven príncipe troyano criado como pastor bucólico aislado y sin sofisticación, para juzgar la belleza de las diosas en ausencia de resabios mundanos, dejando claro que su dictamen sería vinculante.

Cada una de las diosas trató de sobornar o “influenciar”, el juicio del joven ofreciéndole su protección y sus dones. Hera, reina del Olimpo y esposa de Zeus, señora de reinos y soberanos, le ofreció el poder y la grandeza. Atenea, por su parte le prometió la maestría en el arte de la guerra y le aseguró la victoria en todos sus combates. Afrodita, diosa del placer y del amor le prometió el corazón de la más bella entre las mortales.

Paris dio la manzana a Afrodita y con su ayuda, la reina Helena, de belleza sublime, pero esposa de Menelao rey de Esparta, fue seducida y raptada a Troya por Paris. Esto vino a ser el motivo de que los reinos y ciudades aqueas se coaligaran enviando más de 1100 naves de guerra contra Troya, según recuenta Homero en el Catálogo de naves de la Ilíada.

Al analizar el mito de la Discordia se observa que todo empieza por una descortesía. Conociéndola, nadie desea que el desacuerdo y la riña estropeen una celebración familiar por todo lo alto. Esta diosa no es muy estimada entre sus iguales, pero Eris está despechada, herida en su amor propio por haber sido dejada fuera de la fiesta. En realidad es privada de la comunicación, del intercambio social; es una herida de exclusión social. Esto recuerda el sentimiento del niño al empezar a ser consciente de que es excluido de las conversaciones e incluso de la vida de los mayores mientras aún se duda de la madurez de su entendimiento.

Aquí se conjetura que el significado astrológico de este planeta está muy relacionado con la expulsión del Eden,en su paralelismo con cierta etapa de la infancia en la que el niño-hombre puro y limpio hasta entonces, en comunión íntima e indivisa con Dios, sufre su primer cisma fundamental y arquetípico, el cisma con su creador. Encuentra por primera vez la ley y la autoridad, fuentes de lo bueno y lo malo, pero también la enemistad, la competencia con sus familiares, con su padre (es tentado a ser como Dios) y la primera conciencia del estado de conflicto del mundo. Y descubre una característica muy propia de Eris; y es que en la guerra impera la disnomia (ausencia de reglas), todo vale. Toda estrategia o táctica más allá de los límites del bien y del mal juegan, de hecho, en la lucha por la vida. Disnomia es también el nombre que se ha dado al satélite de Eris.

Eris, hermana de Marte según algunas versiones, la que desciende a los campos de batalla e instiga la rivalidad entre los héroes combatientes, también la provoca entre las diosas. Con sus actos deja muy claro que es una perfecta aguafiestas. Ahí vemos a todas coaccionando a Paris, explícitamente con sus dones, tácitamente con sus venganzas.

El concepto de competencia es central en la interpretación de este planeta enano. En su mejor lado, ésta sirve a la salud de los mercados, de la economía. Curiosamente la ganadora del concurso fruto de la siembra de Eris es Afrodita, que en astrología se relaciona también con la economía. Puede decirse que Eris, beneficia a Venus. De igual modo, se observa que la rivalidad entre machos colabora con el propósito general de Afrodita; permite la selección de los mejores genes, los más aptos para el éxito en la vida biológica, (sobrevivir maximizando la propia descendencia genética). La competencia es, en general, un factor que permite el aprovechamiento óptimo de los recursos, y obliga a los implicados a cambiar, adaptarse y generar nuevas estrategias. La rivalidad de las ideas, el desacuerdo, es fundamental en la ciencia como contraste y dialéctica en la búsqueda del conocimiento cierto. Competir para el concurso de belleza de la vida premia a los dotados con las gracias de Afrodita.

Pero no nos engañemos, donde Eris entra, llega la división y se retira la concordia. Ella se ejecuta astutamente, a menudo bajo covertura y sofisticadas diplomacias en la geopolítica de todos los tiempos. Se halla en cualquier pugna de poder, donde encuentra a sus más aventajados discípulos. Divide et impera, frase de dudoso origen atribuida al dictador y emperador romano Julio César, resume la estrategia que facciones políticas, gobiernos y toda clase de intereses de parte emplean mientras sostienen una lucha soterrada llena de golpes bajos y todo tipo de tácticas infames en su competencia por los recursos y el poder; instigando secretamente las guerras y las revueltas para debilitar sociedades, infiltrando agentes cuya misión es sembrar la duda y desunir destruyendo desde dentro, separando los corazones para obtener ganancia del desamor y el mar revuelto, mintiendo, mal informando y sembrando la cizaña.

Hay otro aspecto de la naturaleza de Eris que parece desprenderse de una fábula de Esopo:

Hércules y Atenea
Heracles se dirigía a través de un estrecho paso. Vio algo que parecía una manzana en el suelo y trató de romperla con su maza. Ella aumentó hasta el doble de su tamaño. Heracles golpeó de nuevo con su maza, incluso más duro que antes, y la cosa se extendió luego a un tamaño tal que le cerraba el paso. Heracles soltó la maza y se quedó asombrado. Atenea le vio y dijo: —Oh Heracles, no estés tan sorprendido! eso lo ha provocado tu confusión. Has dado contra aporía, (el obstáculo) y Eris (la Discordia). Si la dejas como está, se queda pequeña, pero si decides luchar contra ella, entonces se hincha de su pequeña dimensión y aumenta de tamaño.

Desde luego, el desacuerdo y la riña participan de la naturaleza de esas cosas que es más sabio dejar estar, ya que aumentan hasta convertirse en grandes problemas alimentándose de nuestra propia resistencia. Esto lo saben muy bien los artistas, por ejemplo, que buscan provocar la polémica e incluso el escándalo, para que se hable de ellos y así aumentar su relevancia. La aporía se relaciona con otro de los planetas enanos. En cualquier caso es una interesante fábula que recuerda la típica emboscada militar. Aquí se describen algunos hechos significativos de la vida de Teseo, alguien que parece haber tenido a Eris en contra:

Teseo Rey

Cuando Teseo se convirtió en Rey, procedió a unificar a los habitantes de Ática en una ciudad. En el pasado, la población se encontraba dividida, y no fue fácil unirla. Teseo resolvió los conflictos que las distintas comunidades podrían llegar a tener entre sí y las convenció de que era mejor vivir en paz bajo un gobierno central. La gente pobre aceptó el nuevo sistema político, y obtuvo la cooperación de los más poderosos prometiendo el final de la monarquí y la institución de una democracia, en la que el rey solo sería comandante en jefe y el protector de las leyes.

Aquellos que tenían reservas al respecto le temían a la determinación y energía de Teseo, así que prefirieron ser persuadidos antes que ser forzados a conformarse. Teseo suprimió todas las cortes locales y oficinas administrativas, e hizo de Atenas la única sede del gobierno. Despues, como había prometido, delegó su poder real.

Aristóteles nos dice que Teseo fue el primer rey en formar una democracia de forma voluntaria. Para conocer el futuro de su nueva empresa política, Teseo viajó a Delfos para consultar el oráculo, allí obtuvo la siguiente respuesta: "Muchas serán las ciudades se acercaran y se unirán a la tuya. Por lo tanto no desesperes; la flota cruzará el violento océano."

Para agrandar a su ciudad, Teseo invito a los extranjeros a establecerse y vivir en Atenas, donde gozarían de los mismos derechos civiles que los atenienses. Para preservar orden, dividió a los ciudadanos en tres clases, cada una con diversos deberes y privilegios. Estas tres clases eran los nobles, los granjeros, y los artesanos.

Los nobles estaban a cargo de religión y de la ley, incluyendo la selección de jueces. Los granjeros tenían más abundancia, los artesanos eran más numerosos, sin embargo los nobles tenían más prestigio, de modo que existía una especie de balance del poder entre las clases de Atenas.

Teseo instituyó los juegos Ístmicos, en honor de Neptuno (Poseidón), así como Hércules había instituido los juegos olímpicos en honor de Júpiter (Zeus).

Teseo, entonces, dejo la ciudad para correr diversas aventuras relatadas en su saga y mientras estaba ausente, Menesteo, uno de los nobles de Atenas, comenzó a influir a la población, incitando a la revuelta. Convenció a los nobles de que Teseo había regalado el poder que ostentaba en el país, y que a ellos los había encerrado en la ciudad, en donde ahora eran tratados como sus esclavos. A la gente pobre, les dijo que Teseo no era ateniense, y que este extranjero les mostraba solamente una ilusión de la libertad.

Mientras que Menesteo infectaba así las mentes de los atenienses, Castor y Polux, los hermanos de Helena, aparecieron con un ejército de espartanos exigiendo la devolución de su hermana. Los atenienses contestaron que no sabían dónde estaba Helena, (lo que no era cierto, pero esa es otra historia) con lo cual los espartanos se prepararon a invadir la ciudad.

Menesteo persuadió a los atenienses abrir sus puertas y dar la bienvenida a los espartanos como amigos, puesto que su pelea era solamente con Teseo. De alguna manera, los espartanos descubrieron donde era retenida Helena gracias a las informaciones que les proporcionó Academos, y luego de una batalla lograron rescatarla y llevarla de regreso a Esparta. También se llevaron a la madre de Teseo para ser la sirvienta de Helena.

Teseo era prisionero de Pluto. Hércules que estaba realizando el último de sus trabajos, descendió al Hades para capturar a Cerbero y allí pidió a Pluto como favor, que liberara a su primo Teseo, a lo que Pluto accedió.

De regreso en Atenas, Teseo se encontró que las cosas habían cambiado. Descubrió que las mentes de la gente habían sido corruptas, que el trato amoroso que le profesaban ya no existía. El nuevo rencor reinante, agravado por los demagogos, sobrepasó su autoridad.

Finalmente Teseo desistió en recuperar el poder. Y luego de maldecir solemnemente a los atenienses, se marchó lejos, tenía la intención de exiliarse a Creta pero una tormenta le desvió y terminó en Esciros donde fue acogido por Licomedes, el rey. Este lo acogió con agrado, pero como temía que Teseo estuviera buscando arrebatarle la corona, un día lo invitó a pasear con la excusa de mostrarle la isla y cuando se encontraban en el borde de un abismo, el rey empujó a Teseo hacia el vacío y fue así como nuestro héroe murió. Menesteo asumió el control como rey en Atenas.
¿Quién sino Eris guiaría la estrategia del influyente Menesteo? ¿Quién sino la rivalidad motivó el crimen de Licomedes?

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