Aspectos
armónicos
La
Luna y Saturno en aspecto armónico son signo de estabilidad y madurez anímica.
El humor del sujeto se inclina a la seriedad, se muestra correcto, convencional
y formal con la gente en general, dosificando con moderación el distanciamiento
y la simpatía. Está dispuesto a asumir responsabilidades y aceptar las normas y
procedimientos sociales. No falta una ambición dispuesta a adaptarse a las
circunstancias. La imaginación se inclina al realismo y tiende a querer
materializarse.
Otorga
un sentimiento de rigor y rectitud interior, de moderación emocional. Tiene una
dimensión de profundidad del alma que inclina al deseo de echar raíces en el
entorno. Hay una preferencia por la paciencia y circunspección en lo cotidiano
y en el trato con los demás. Las simpatías son más profundas que demostrativas
y tienden a darse con prudencia y de una forma selectiva.
Otorga
también un sentido de estar radicado en el pasado, de la costumbre y la
tradición, de la jerarquía familiar, de la herencia y la conservación del
patrimonio recibido. Hay aptitudes para la burocracia y para los cargos en la
administración pública.
Aspectos
inarmónicos
Aquí
hallamos un talante a menudo algo antipático, con un grado de frialdad hacia el entorno. El animismo puede ser depresivo, con humores melancólicos, apático, con
accesos de tristeza y desánimo.
La
imaginación tiende a ser pobre. Suele en principio mostrar inseguridad y un
miedo que le lleva a ser conservador y aferrarse a la seguridad de lo familiar
y lo conocido. Inclina a la timidez, al retraimiento e inhibición de los
sentimientos de forma que el sujeto rara vez se encuentra como en su casa entre
la gente. No es antisocial sino más bien inadaptado, no cae demasiado bien pues
parece indiferente, cerrado y poco considerado o atento en su trato con la
gente en general. A menudo hay un egoísmo inmaduro y la tendencia a tomarse los
propios sentimientos muy en serio o a obstinarse en cosas de importancia menor.
El
individuo es algo pasivo en el aspecto profesional, dejándose llevar por la
línea de menor resistencia. Hay dificultad para concentrarse en una profesión
definitiva siendo típico el estatus dependiente o subordinado. Cierta falta de
seriedad o madurez puede llevarle a cometer
tontas irresponsabilidades o hacerle parecer incompetente. Le cansa la rutina, tiende al cambio y a la falta
de perseverancia lo que provoca una dificultad para asentarse y establecerse.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarAsí me siento totalmente. Habría que mirar en los aspectos negativos de qué manera se puede trabajar eso.
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