Aspectos
armónicos
La
combinación armónica entre Mercurio y Venus es signo de una cualidad risueña
del pensamiento que está inclinado a ocuparse en cosas placenteras y sencillas.
El sujeto es conversador agradable, de gestos no exentos de gracia y con una
forma tranquila y afable de comunicarse. Es diplomático con inclinación al
halago y la lisonja, hay coquetería y a menudo soltura para el ligue. Suele
haber habilidad para manejar los asuntos amorosos y dar un trato verbal con
amabilidad y encanto personal.
La
mente no es tortuosa ni maliciosa, gusta de la paz y tranquilidad mental. La
habilidad se orienta al gusto por las artes plásticas, la pintura, el dibujo,
la poesía, así como a ocupaciones relacionadas con la economía o la banca.
Suele otorgar una voz templada y agradable. En los estudios muestra un toque de
tenacidad y laboriosidad y aunque no es muy intelectual ni brillante, la memoria
tiende a ser buena, y los conocimientos sólidos.
Aspectos
inarmónicos
En
estos contactos hallamos una mente un poco superficial, una personalidad
inclinada al devaneo, a la inconstancia afectiva que coquetea y mariposea sin intención de llegar al final. Hay pereza intelectual y la tendencia a tener un poco la “cabeza hueca”
ocupándose pensando algo tontamente en cuestiones vanidosas y frívolas. Puede
haber propensión a manipular o burlarse de los sentimientos amorosos de los
demás o a hablar frívolamente de estas cosas.
La
persona es zalamera, con inclinación a la adulación y el halago para regalar
los oídos. La conversación no es que sea muy profunda, no les gusta discutir y
tienden a ceder cuando la conversación se pone un poco fuerte. El aprendizaje
puede tener un toque de lentitud y pereza con énfasis en la memoria más que en
la comprensión. La inteligencia puede ser un poco torpe, en exceso sencilla y
de intereses intelectuales apegados a lo cómodo y las cosas agradables, con
inclinación a huir de todo lo que parece oscuro o que se sale de la experiencia
sensorial y material.
El
individuo raramente pone en cuestión sus propias ideas o lo aprendido porque es
mentalmente cómodo y le disgusta la incertidumbre, de forma que existe riesgo
de obstinación en ideas erróneas. Habrá dificultades para la comprensión de
sistemas complejos y para el pensamiento abstracto, ya que esto supone un
alejamiento de lo tangible.
esto es de verdad
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