Aspectos de LUNA y PLUTÓN

Aspectos armónicos

Este aspecto sugiere una conexión del alma con el inconsciente a nivel emocional, una imaginación inclinada hacia el lado mágico y misterioso de la vida con una vida interior rica. Confiere una necesidad de buscar en la intimidad de las cosas y de las personas. Hay una personalidad con recursos internos y más apasionada y determinada de lo que parece. Las simpatías o antipatías tienden a ser mas bien definidas y poco ambiguas. Se puede decir que estas personas son confidentes ideales pues guardan con celo lo que consideran íntimo y se dan a sí mismas en la oscuridad de la intimidad..., la procesión va por dentro.

Aquí los individuos pueden mostrarse adaptables a condiciones cambiantes (como los primitivos mamíferos que escondiéndose en madrigueras y comiendo casi cualquier cosa sobrevivieron a la extinción de los especializados dinosaurios y otras especies). No desoyen sus necesidades o su inconsciente y saben dejarse guiar por su sentido de orientación, con una receptividad instintiva hacia el entorno que capta los motivos y las emociones que subyacen en las situaciones que se viven.

Hace a las personas reservadas, decididas internamente a salvaguardar aquello que consideran suyo. Existen cualidades y curiosidad para todo lo que implica búsqueda e investigación interna, de lo inconsciente o de cosas arcaicas y relacionadas con el pasado: tradiciones y culturas antiguas, psicoanálisis, paleontología, antropología, arqueología,.

Aspectos inarmónicos

Las relaciones inarmónicas entre la Luna y Plutón revelan una naturaleza interna a menudo atormentada y un animismo con algo interiormente destructivo que tiende a los accesos de hostilidad e incluso a veces, odio hacia el entorno. Casi siempre provoca un sentimiento de malestar intimo, de desasosiego que hace a la persona un “culo de mal asiento”.

El humor puede ser cáustico o agrio, con tendencia a mostrarse desagradablemente vulgar con la gente y receloso de la simpatía ajena. Tiende a interiorizar y acumular ofensas cotidianas, a avinagrarse un poco por dentro y a alimentar malos sentimientos. Es típica la desavenencia o enemistad familiar que a menudo corre por debajo de la superficie. 

Este aspecto sugiere un conflicto entre dominancia y dependencia. La persona puede sentir la atracción de dejarse dominar por individuos o circunstancias posesivas, aunque en general suele acabar envenenándose si se encuentra en una situación de sumisión pues en el fondo odia que otros tengan poder sobre su persona.

Sin embargo, se observa tendencia al castigo en la educación y hastío de los niños. Necesita ejercer un dominio a veces asfixiante sobre su pequeño reino y puede ser infantilmente celoso, sobre todo de la popularidad de los demás. Inclina a tener imperiosos deseos efímeros y a dejarse llevar por pasiones caprichosas. Puede ser cruel y herir los sentimientos de la gente, dándose a las venganzas y a provocar tragedias tontas e innecesarias. Tiende a dar vueltas a las cosas y a buscar tres pies al gato, así como a buscar indiscretamente en la vida intima de los demás.

La imaginación es tortuosa, algo inclinada a lo terrorífico o lo morboso y la memoria puede obsesionarse en recordar y revivir episodios desagradables de forma algo masoquista. Pueden encontrarse traumas infantiles.

Esta combinación conecta al individuo con lo vulgar y lo sórdido. En los peores casos puede producir al desalmado sin sentimientos incapaz de asumir la responsabilidad por las consecuencias de sus maldades o llevar a la paranoia y la manía persecutoria en la que se siente que todo en derredor está contra uno.