Aspectos de SATURNO y NEPTUNO

Aspectos armónicos

Este aspecto evoca un mar profundo y sereno, y en el un barco bien anclado al fondo para que no se lo lleven las olas ni los vientos de la superficie. Esta combinación tiende al silencio, a la soledad meditativa que conecta en el fondo del alma universal. Hay madurez y profundidad emocional y la persona suele ser sobria, inclinada a ajustar su fantasía con la realidad. Es un aspecto que tiende a plasmar la imaginación y lo subjetivo, que ayuda a materializar la imagen y por esto está directamente relacionado con la vocación artística, especialmente la pintura, la fotografía y el cine.

Estos aspectos permiten canalizar constructivamente los sentimientos, que se moderen y se aquieten. Puede ser profundamente contemplativo. Además, refina la expresión más dura y fría del egoísmo haciendo que las debilidades humanas no sean cosa ligera de considerar para el individuo. Por eso es signo de cierta cualidad de misericordia y de piedad y es sentido como un deber que se asume desde lo hondo. La compasión ablanda el rigor de la justicia y la dureza de la realidad. Hay un sentido del sacrificio personal y del compromiso con causas humanitarias.

Aspectos inarmónicos

Esta combinación simboliza la indefinición de lo formal, la debilidad de las estructuras, las cosas de cartón piedra, el embotamiento, el atasco.

Aquí puede haber una dificultad para la materialización y para la vida práctica. Es típica la ambigüedad e indefinición en la elección profesional. Al sujeto le cuesta concretar, se descuidan los deberes y las obligaciones, puede ser presa de algún hábito o vicio dañinos o ser irremediablemente torpe en algún aspecto de la vida. En el peor de los casos puede hundirse y llegar a la inercia y pasividad extremas frente al destino, a veces a vivir como en un sueño profundo sin contacto con el mundo real.

A menudo existe desinterés y cierto abandono del mundo material, y una tendencia a huir de las responsabilidades o compromisos. Suele inclinar a la desconfianza, al disimulo y la ocultación de las miserias. Puede mostrarse en ocasiones insensible e indiferente o incapaz de perdonar y olvidar.

Esto sugiere alguna clase de limitación, complejo o dificultad emocional. Hay una tendencia al aislamiento solitario, a una tristeza vaga e indefinida, a sufrir desengaño por buscar seguridad en ilusiones, a los sentimientos de inutilidad. No es raro que la persona pueda sentirse prisionera y limitada en alguna forma más allá de este mundo, como por cadenas kármicas. Puede sentirse una víctima de la fatalidad, con una sensación de debilidad e impotencia ante lo predestinado que causa depresión y autocompasión. No asume bien los sacrificios, pero tiene que sufrirlos a su pesar. Este aspecto evoca las negras profundidades marinas, y en alguna faceta de la vida el alma del individuo se ve arrastrada al abismo, donde siente la soledad y la futilidad de la existencia improductiva.